"La deuda externa, la represión…”
por Adolfo Pérez Esquivel
El gobierno argentino anunció el pago de la deuda externa al Club de París. Como bien dice el Maestro Caloi, el único deporte que ese club practica es la “bicicleta financiera”.
La Argentina es amante del football, campeón olímpico, medalla de oro, pero frente al Club de París, el FMI y los acreedores internacionales, el equipo del gobierno siempre insiste en meter los goles en contra del país. Y lo más triste es que lo festejan como un gran triunfo, como si hubiesen ganado las “Olimpíadas de los perdedores”, los vimos aplaudir en el Salón Blanco a una Presidenta feliz entre los aplausos, por los goles en contra. cometidos por su equipo.
La presidenta Cristina Fernández dice que la deuda se arrastra desde 1983, con la recuperación de la “democracia”, que supuestamente logramos conseguir. No considera que antes de ese año el gobierno de facto de la dictadura militar, con el “super ministro de Economía Domingo Cavallo, presidente del Banco Central durante ese período, pasa la deuda privada de empresas incluso extranjeras, como deuda del Estado con total y absoluta impunidad y le impone al pueblo una deuda externa manchada con la sangre del propio pueblo argentino.
Al retorno de la democracia, coronada de luchas y resistencia como de muchas bajezas de dirigentes políticos, quieren ocultar la realidad y se niegan a relacionar la deuda con las graves violaciones de los derechos humanos, la destrucción de la capacidad productiva del país y el terror impuesto que costó miles de desaparecidos, torturados, niños secuestrados y desaparecidos, cárceles.
Los sucesivos gobiernos hasta el presente, continúan con la elección del camino del sometimiento y el pago de una deuda inmoral e injusta que se paga con el hambre del pueblo. Honrar la deuda, como muchos pretenden, es honrar a la dictadura militar que la generó y a los gobiernos sometidos que continuaron endeudando al país.
Este gobierno, como los que le precedieron, se olvida de asumir la responsabilidad de pagar la “deuda interna”, al pueblo argentino que fue saqueado con total impunidad.
¿ Lo ignora el gobierno?- El presidente Kirchner canceló la deuda con el FMI y la situación no mejoró para el pueblo. La relación matemática es “más pagamos, más debemos y menos tenemos”. También lo festejaron como un triunfo, otro gol en contra.
Ha aumentado el hambre, la desocupación; según informes de UNICEF mueren por día en el país 25 mil niños de hambre; 13 millones de personas viven bajo el nivel de pobreza.
Los índices de desocupación no han bajado, se “han dibujado” con subsidios y asistencialismo. Es un grave problema social sin resolver.
A éste saqueo, le continúa la venta indiscriminada de tierras a empresas extranjeras, la expulsión de los pueblos originarios, de los pequeños productores rurales. Las retenciones que quiso imponer el gobierno eran para pagar la deuda externa.
Es indignante que haya tanto autismo político de diputados y senadores y que pretendan ignorar el juicio iniciado por un gran hombre, que tuvo el coraje de denunciar el saqueo que es objeto el país. Me refiero al Dr. Alejandro Olmos quien inicia el juicio sobre la deuda externa que dura 18 años y que los gobiernos se empeñan en ignorar. Uno de los reclamos en las marchas de la resistencia social y de los organismos de derechos humamos, durante la dictadura, decía “ La deuda externa la represión… son la mayor mierda que tuvo la Nación, que han hecho con los desaparecidos, que los chicos ya no están….” Hoy parece todo olvidado, y cajoneado como el juicio de Alejandro Olmos y la denuncia que el Juez Ballestero envía al Parlamento para que investigue los ilícitos.
Hasta ahora continúa la falta de coraje y decisión política de los legisladores y el gobierno, y su política autista que arrastra al pueblo argentino. Se paga la inmoralidad y la cobardía, esperando la sonrisa y entendimiento de los saqueadores para pedir más préstamos y endeudar más al país. Salvo pocas excepciones de legisladores y legisladoras sí tuvieron ética y valor para oponerse a la venta del país. Lamentablemente no se trata la deuda externa y el pago al Club de París. En la Cámara de Diputados, no hay debate, sólo la voluntad de la presidenta y su pequeño séquito que decide el destino de la Argentina imponiendo su política.
El gobierno dice que hay que pagar la deuda, para poder pedir créditos que generarán otra deuda, y así continuar en el círculo vicioso de ser más dependientes y sometidos. Desde EE.UU., Europa y Japón, aplauden pero exigen más y más. El sometimiento al FMI ha dañado profundamente a los pueblos .¿ Lo olvidaron?
Los goles en contra suman y la presidenta está feliz; esta vez el gol fue de cabeza. El país ahora es responsable de pagar con sus reservas más de 6.700 millones de dólares al Club de la bicicleta financiera de París. Y lo muestran como un gran éxito, están de fiesta.
Entonces el gobierno necesita privilegiar el “tren bala”, en el reino de la globalización y la modernidad en un mundo gobernado por el Mercado. Mientras el pueblo vive el colapso de las empresas privatizadas de los ferrocarriles.
En la orilla de la vida, en la periferia de las conciencias está el pueblo sufrido soportando la marginalidad y escuchando por un lado discursos progresistas y por otro lado viendo la incoherencia de las acciones y prácticas políticas; la perdida de la soberanía nacional y la entrega del patrimonio del pueblo, que reclama saber hacia donde va el país.
Hay que despertar y asumir la responsabilidad de defender el derecho del pueblo a su autodeterminación y encontrar caminos superadores que permitan construir nuevos paradigmas de vida y solidaridad.
Hay que defender el arco para que no metan más goles en contra y continuar siendo perdedores de la soberanía y derecho del pueblo. Es necesario formar equipos que gambeteen la indiferencia, el conformismo, la resignación y el hambre y luchen por el partido de la vida y la dignidad del pueblo.
Buenos Aires, 4 de septiembre del 2008
El gobierno argentino anunció el pago de la deuda externa al Club de París. Como bien dice el Maestro Caloi, el único deporte que ese club practica es la “bicicleta financiera”.
La Argentina es amante del football, campeón olímpico, medalla de oro, pero frente al Club de París, el FMI y los acreedores internacionales, el equipo del gobierno siempre insiste en meter los goles en contra del país. Y lo más triste es que lo festejan como un gran triunfo, como si hubiesen ganado las “Olimpíadas de los perdedores”, los vimos aplaudir en el Salón Blanco a una Presidenta feliz entre los aplausos, por los goles en contra. cometidos por su equipo.
La presidenta Cristina Fernández dice que la deuda se arrastra desde 1983, con la recuperación de la “democracia”, que supuestamente logramos conseguir. No considera que antes de ese año el gobierno de facto de la dictadura militar, con el “super ministro de Economía Domingo Cavallo, presidente del Banco Central durante ese período, pasa la deuda privada de empresas incluso extranjeras, como deuda del Estado con total y absoluta impunidad y le impone al pueblo una deuda externa manchada con la sangre del propio pueblo argentino.
Al retorno de la democracia, coronada de luchas y resistencia como de muchas bajezas de dirigentes políticos, quieren ocultar la realidad y se niegan a relacionar la deuda con las graves violaciones de los derechos humanos, la destrucción de la capacidad productiva del país y el terror impuesto que costó miles de desaparecidos, torturados, niños secuestrados y desaparecidos, cárceles.
Los sucesivos gobiernos hasta el presente, continúan con la elección del camino del sometimiento y el pago de una deuda inmoral e injusta que se paga con el hambre del pueblo. Honrar la deuda, como muchos pretenden, es honrar a la dictadura militar que la generó y a los gobiernos sometidos que continuaron endeudando al país.
Este gobierno, como los que le precedieron, se olvida de asumir la responsabilidad de pagar la “deuda interna”, al pueblo argentino que fue saqueado con total impunidad.
¿ Lo ignora el gobierno?- El presidente Kirchner canceló la deuda con el FMI y la situación no mejoró para el pueblo. La relación matemática es “más pagamos, más debemos y menos tenemos”. También lo festejaron como un triunfo, otro gol en contra.
Ha aumentado el hambre, la desocupación; según informes de UNICEF mueren por día en el país 25 mil niños de hambre; 13 millones de personas viven bajo el nivel de pobreza.
Los índices de desocupación no han bajado, se “han dibujado” con subsidios y asistencialismo. Es un grave problema social sin resolver.
A éste saqueo, le continúa la venta indiscriminada de tierras a empresas extranjeras, la expulsión de los pueblos originarios, de los pequeños productores rurales. Las retenciones que quiso imponer el gobierno eran para pagar la deuda externa.
Es indignante que haya tanto autismo político de diputados y senadores y que pretendan ignorar el juicio iniciado por un gran hombre, que tuvo el coraje de denunciar el saqueo que es objeto el país. Me refiero al Dr. Alejandro Olmos quien inicia el juicio sobre la deuda externa que dura 18 años y que los gobiernos se empeñan en ignorar. Uno de los reclamos en las marchas de la resistencia social y de los organismos de derechos humamos, durante la dictadura, decía “ La deuda externa la represión… son la mayor mierda que tuvo la Nación, que han hecho con los desaparecidos, que los chicos ya no están….” Hoy parece todo olvidado, y cajoneado como el juicio de Alejandro Olmos y la denuncia que el Juez Ballestero envía al Parlamento para que investigue los ilícitos.
Hasta ahora continúa la falta de coraje y decisión política de los legisladores y el gobierno, y su política autista que arrastra al pueblo argentino. Se paga la inmoralidad y la cobardía, esperando la sonrisa y entendimiento de los saqueadores para pedir más préstamos y endeudar más al país. Salvo pocas excepciones de legisladores y legisladoras sí tuvieron ética y valor para oponerse a la venta del país. Lamentablemente no se trata la deuda externa y el pago al Club de París. En la Cámara de Diputados, no hay debate, sólo la voluntad de la presidenta y su pequeño séquito que decide el destino de la Argentina imponiendo su política.
El gobierno dice que hay que pagar la deuda, para poder pedir créditos que generarán otra deuda, y así continuar en el círculo vicioso de ser más dependientes y sometidos. Desde EE.UU., Europa y Japón, aplauden pero exigen más y más. El sometimiento al FMI ha dañado profundamente a los pueblos .¿ Lo olvidaron?
Los goles en contra suman y la presidenta está feliz; esta vez el gol fue de cabeza. El país ahora es responsable de pagar con sus reservas más de 6.700 millones de dólares al Club de la bicicleta financiera de París. Y lo muestran como un gran éxito, están de fiesta.
Entonces el gobierno necesita privilegiar el “tren bala”, en el reino de la globalización y la modernidad en un mundo gobernado por el Mercado. Mientras el pueblo vive el colapso de las empresas privatizadas de los ferrocarriles.
En la orilla de la vida, en la periferia de las conciencias está el pueblo sufrido soportando la marginalidad y escuchando por un lado discursos progresistas y por otro lado viendo la incoherencia de las acciones y prácticas políticas; la perdida de la soberanía nacional y la entrega del patrimonio del pueblo, que reclama saber hacia donde va el país.
Hay que despertar y asumir la responsabilidad de defender el derecho del pueblo a su autodeterminación y encontrar caminos superadores que permitan construir nuevos paradigmas de vida y solidaridad.
Hay que defender el arco para que no metan más goles en contra y continuar siendo perdedores de la soberanía y derecho del pueblo. Es necesario formar equipos que gambeteen la indiferencia, el conformismo, la resignación y el hambre y luchen por el partido de la vida y la dignidad del pueblo.
Buenos Aires, 4 de septiembre del 2008