El canje suma apoyos, pero también críticas por priorizar deuda ante otras necesidades
BUENOS AIRES, oct 27 (DyN) - Dirigentes de la oposición y economistas coincidieron en que la reapertura del canje de deuda en default es una "señal positiva" y un "primer paso para recuperar la credibilidad del país" en los mercados internacionales que ayudará a obtener financiamiento tanto al sector público como privado.
En cambio, los detractores de la decisión, critican que continúa que se privilegia el pago de la deuda antes de destinar fondos para la salud o la educación.
El ex ministro de Economía, Ricardo López Murphy consideró que "si el canje lograra una adhesión de 3\4 de lo que está vencido sería una muy buena noticia para el país".
"Es bueno que Argentina comience a resolver los problemas que están pendientes desde hace muchos años. Es muy sano que normalicemos esa situación de una vez por todas", opinó a través de un comunicado, pero acotó que "hay que aguardar hasta que se conozcan todos los documentos para que esto sea transparente".
En la misma sintonía, el economista Aldo Abram calificó la decisión como "un dato positivo para la Argentina que tiene un prontuario en términos de incumplimiento de sus compromisos", y reflexionó que "es un primer paso para reconstruir la credibilidad".
Sin embargo, el analista señaló a DyN que si bien la reapertura del canje "ayuda y es una condición necesaria" para recuperar la credibilidad en los mercados, esa sola decisión "no es suficiente" sino que "tiene que ser seguida de otros pasos que prometió el ministro de Economía Amado Boudou".
Además instó a derogar la llamada "Ley Cerrojo" que prohibía abrir el canje cerrado en el 2005 en lugar de suspenderlo temporalmente como figura en el proyecto que envió el Gobierno ayer al Congreso, y que mañana explicará Boudou en Diputados.
"Creo que haber aprobado en su momento en el Congreso la Ley Cerrojo demuestra hoy que fue una irresponsabilidad porque uno no puede desconocer la deuda y tiene que buscar continuamente un acuerdo con los acreedores a los que se les debe plata", fundamentó.
Al respecto, cuestionó: "Ahora que quedó demostrado que antes se equivocaron, suspender transitoriamente la ley cerrojo es una estupidez, hay que derogarla".
Abram afirmó que con una aceptación de más del 60 por ciento el canje "es un éxito" y estimó que "probablemente la adhesión a la operación sea superior".
Por su parte, el senador y titular de la UCR, Gerardo Morales, destacó que "desde el radicalismo creemos que es una buena señal la apertura del canje de deuda", aunque previno que "vamos a estudiar la letra chica, a discutir la estrategia y a revisar cada artículo del proyecto".
Morales justificó que "el frente externo y las variables macroeconómicas, seguramente, se van a ir acomodando, por eso nos parece una buena señal que la Argentina vuelva al mercado de capitales".
En la vereda opuesta, la organización argentina Diálogo 2000, una iniciativa del Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, apuntó contra la medida al remarcar el Gobierno "echó por tierra la supuesta bandera de soberanía financiera ganada a partir del canje y el pago de la deuda reclamada por el Fondo Monetario".
"Continúa la sangría de recursos de nuestro Presupuesto Nacional para el pago de una deuda ilegítima e ilegal, por encima del asignado a salud, educación o vivienda. El país continua inmerso en el círculo vicioso de la deuda, que cuanto más pagamos más debemos y que es necesario romperlo de una vez por todas para efectivamente empezar a construir una soberanía financiera al servicio de los derechos del pueblo argentino y no del capital concentrado", evaluó.
En cambio, los detractores de la decisión, critican que continúa que se privilegia el pago de la deuda antes de destinar fondos para la salud o la educación.
El ex ministro de Economía, Ricardo López Murphy consideró que "si el canje lograra una adhesión de 3\4 de lo que está vencido sería una muy buena noticia para el país".
"Es bueno que Argentina comience a resolver los problemas que están pendientes desde hace muchos años. Es muy sano que normalicemos esa situación de una vez por todas", opinó a través de un comunicado, pero acotó que "hay que aguardar hasta que se conozcan todos los documentos para que esto sea transparente".
En la misma sintonía, el economista Aldo Abram calificó la decisión como "un dato positivo para la Argentina que tiene un prontuario en términos de incumplimiento de sus compromisos", y reflexionó que "es un primer paso para reconstruir la credibilidad".
Sin embargo, el analista señaló a DyN que si bien la reapertura del canje "ayuda y es una condición necesaria" para recuperar la credibilidad en los mercados, esa sola decisión "no es suficiente" sino que "tiene que ser seguida de otros pasos que prometió el ministro de Economía Amado Boudou".
Además instó a derogar la llamada "Ley Cerrojo" que prohibía abrir el canje cerrado en el 2005 en lugar de suspenderlo temporalmente como figura en el proyecto que envió el Gobierno ayer al Congreso, y que mañana explicará Boudou en Diputados.
"Creo que haber aprobado en su momento en el Congreso la Ley Cerrojo demuestra hoy que fue una irresponsabilidad porque uno no puede desconocer la deuda y tiene que buscar continuamente un acuerdo con los acreedores a los que se les debe plata", fundamentó.
Al respecto, cuestionó: "Ahora que quedó demostrado que antes se equivocaron, suspender transitoriamente la ley cerrojo es una estupidez, hay que derogarla".
Abram afirmó que con una aceptación de más del 60 por ciento el canje "es un éxito" y estimó que "probablemente la adhesión a la operación sea superior".
Por su parte, el senador y titular de la UCR, Gerardo Morales, destacó que "desde el radicalismo creemos que es una buena señal la apertura del canje de deuda", aunque previno que "vamos a estudiar la letra chica, a discutir la estrategia y a revisar cada artículo del proyecto".
Morales justificó que "el frente externo y las variables macroeconómicas, seguramente, se van a ir acomodando, por eso nos parece una buena señal que la Argentina vuelva al mercado de capitales".
En la vereda opuesta, la organización argentina Diálogo 2000, una iniciativa del Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, apuntó contra la medida al remarcar el Gobierno "echó por tierra la supuesta bandera de soberanía financiera ganada a partir del canje y el pago de la deuda reclamada por el Fondo Monetario".
"Continúa la sangría de recursos de nuestro Presupuesto Nacional para el pago de una deuda ilegítima e ilegal, por encima del asignado a salud, educación o vivienda. El país continua inmerso en el círculo vicioso de la deuda, que cuanto más pagamos más debemos y que es necesario romperlo de una vez por todas para efectivamente empezar a construir una soberanía financiera al servicio de los derechos del pueblo argentino y no del capital concentrado", evaluó.