Una vez más ante la tragedia, Haití nos convoca

En medio de la tragedia que todavía hoy vive Haití, recibimos consternados la noticia del asesinato en manos de la Policía haitiana, del profesor Louis Jean Filbert, que participaba pacíficamente de la manifestación en reclamo al acceso Universal a la Educación, frente al Ministerio Nacional de Educación de Puerto Príncipe.

Ante este hecho los integrantes de Diálogo 2000 expresamos nuestro más enérgico repudio y reclamo para que este asesinato no quede impune. Ningún gobierno debe responder a las demandas de la población con represión y muerte, más aún frente al reclamo de cumplimiento de los derechos humanos básicos que ese mismo gobierno y la comunidad internacional que lo controla, están negando.

Frente a este y otros acontecimientos recientes, la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH) nos demuestra una vez más su rotundo fracaso al no estar a la altura de las circunstancias y necesidades cuando de proteger a la población, según su mandato, se trata. Denunciamos una vez más que con las tropas de la MINUSTAH, entre las que se encuentran militares de Argentina, bajo el argumento de estabilización y de ayuda humanitaria en realidad se esconde un laboratorio donde se ensaya nuevas formas de militarización y de control sobre los pueblos. En este sentido rechazamos la renovación por un año más de su mandato, resuelto en el día de ayer por el Consejo de Seguridad de la ONU, y llamamos al gobierno de Argentina y a todos los gobiernos de la región en particular, a retirar las tropas y avanzar políticas de verdadera solidaridad con el pueblo haitiano.

Asimismo, denunciamos la hipocresía e incumplimiento de parte de la comunidad internacional, en relación a las promesas hechas una y otra vez. Según las informaciones recibidas de nuestra organización colega en Haití, PAPDA, ocho meses después del terremoto se han desembolsado menos del 10% de los recursos prometidos. El BID acaba de anunciar por cuarto año consecutivo, que va a cancelar la deuda reclamada a Haití, sin que hasta la fecha se haya cumplido. Esta vez se señala que será cancelado con el aporte de USD 479 millones de los fondos aprobados por el Congreso EE.UU. para socorrer al pueblo haitiano. ¡Qué perversidad! Pero sí a esta situación se agrega que además, un tercio de los fondos aprobados se utilizarán para cubrir los gastos de la presencia militar de EE.UU. en Haití, resulta difícil contener la indignación. Y que además, opera en el país como una verdadera administración neocolonial, la llamada Comisión Interina por la Reconstrucción de Haití (CIRH), establecida por los países llamados "donantes" para asumir la total responsabilidad sobre la reconstrucción del país. La Comisión apenas se ha reunido 3 veces desde su creación en abril - argumentando dificultades porque apenas cuatro miembros son haitianos y el resto de otros países y se dedican a otros asuntos-.

La criminal ineficacia de este organismo implica, entre otras situaciones, que a nueve meses después del terremoto más de 1.500.000 personas - más de 15% de la población - siguen viviendo en condiciones de total precariedad y apenas 4% de los escombros que llenan las calles de la capital han sido recogidos.

Haití, a menudo olvidado por el mundo pese al rol históricamente cumplido por su pueblo en las grandes gestas libertadoras como contra la esclavitud y por la independencia política, necesita más que nunca de la solidaridad del mundo entero para denunciar este trato criminal y lograr revertirlo.

A nueve meses del terremoto y la profundización de la ocupación militar y económica del país, es necesario reconocer que su pueblo tiene el derecho y la capacidad necesaria para determinar el camino de su reconstrucción, y que la solidaridad internacional tiene que respetar y apoyar el cumplimiento de ese derecho.
¡SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO HAITIANO!
¡POR UN HAITÍ LIBRE Y SOBERANO!
¡NO A LA INVASIÓN MILITAR - ANULEN LA DEUDA YA!


- Diálogo 2000, Buenos Aires, 15 de octubre de 2010