Deuda Pública y Discurso CFK
Por Héctor GIULIANO
(3.3.2014).
Pese a la nueva Crisis de
Deuda de la Argentina desatada este verano de 2014 por su problema estructural
de iliquidez e insolvencia fiscal para poder responder a los servicios de una
deuda impagable, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK) no hizo
referencia alguna a esta cuestión de fondo en su discurso de apertura de
sesiones del Congreso y hasta planteó un panorama inverso a la realidad.
Tampoco se refirió a los
principales problemas derivados de la Deuda: Inflación-Devaluación, Déficit
Fiscal y desequilibrio de la Balanza de Pagos.
El objeto de esta breve
nota es identificar las inexactitudes, las referencias engañosas y las
omisiones graves del discurso presidencial del 1.3 en materia de endeudamiento
público.
FALSÍAS DEL DISCURSO.
La presidenta volvió a
repetir que la Argentina se está des-endeudando cuando ello no es cierto: la
deuda no baja sino que sube continuamente y, además, está previsto que se
incremente próximamente en una escala superior todavía.
Según las propias cifras
oficiales del Ministerio de Economía (MECON) – últimos datos disponibles al
30.6.2013 – el stock de la Deuda Pública en cabeza del Estado Central era de
207.600 MD (Millones de Dólares): 196.100 MD de deuda performing o con pago de
intereses y 11.500 MD de deuda con tenedores que no entraron en las
reestructuraciones del 2005 y 2010.
Después del Megacanje
Kirchner-Lavagna de 2005 las autoridades se jactaban de haber hecho descender
el saldo de deuda a 126.600 MD (en realidad, 146.000 MD, la misma cifra que al
momento del default de Diciembre 2001). Pero esta deuda es ahora mucho mayor –
como dijimos – de unos 208.000 MD.
Según los propios números
del MECON la Deuda aumentó 14.600 MD en 2011 y 18.800 MD en 2012; estaba
previsto que aumentase otros 12.000 MD en 2013 (de lo que todavía no se tienen
datos finales) y está presupuestado que aumente otros 12.700 MD este año.
Por ende, es mentira que
la Argentina se esté des-endeudando y el gobierno Kirchner engaña abiertamente
a la opinión pública sobre este punto.
Y estos datos oficiales
son tan falsos en valores absolutos como en valores relativos.
La presidenta dijo
textualmente que hoy la deuda pública es de un 10 % del PBI; y enfatizó este
dato diciendo que era de un 8 % pero que ahora, por efecto de la devaluación,
se estimaba habría subido en unos dos puntos.
Esta información es
igualmente engañosa porque no se refiere a la deuda total.
La última información
oficial del MECON dice que la relación Deuda/PBI (un indicador – por otra parte
– muy discutible desde el punto de vista técnico financiero) al 30.6.2013 era
del 43.6 %.
Como agravante de estas
dos tergiversaciones gubernamentales, la presidenta agregó una tercera y
“novedosa” comparación entre “deuda pública neta per cápita” y “cantidad de
salarios mínimos, vitales y móviles” (SMVM) (!): una “explicación”
perfectamente inentendible para el argentino medio e incluso para cualquier
estudioso que quiera interpretar su verdadero sentido.
Le hubiera sido mucho más
simple, gráfico y directo decir que ahora – después de la gestión Kirchner
durante la “década ganada” – cada argentino debe en promedio unos 5.200 US$
(cinco mil doscientos dólares per cápita o su equivalente de 42-62.000 pesos
cada uno): simple producto de dividir el stock de deuda oficial de 207.600 MD
(incluyendo los 11.500 MD de holdouts) por los 40.1 millones de habitantes del
país.
La presidenta, en cambio,
dijo que “su Deuda” – a valores de Junio 2013 – equivale a 1.9 SMVM. Como a esa
fecha el valor del mismo era de 2.875 $, ello significa que se está refiriendo
a un importe de unos 5.500 $ (pesos, no dólares, resultado de 2.875 x 1.9 =
5.463 $).
Se da así la casualidad
que el coeficiente “sui generis” de comparación con SMVM elegido por la
presidenta viene a representar un valor 10 veces menor al promedio de la
verdadera deuda pública per cápita.
LAS OMISIONES DE DEUDA.
Estos montos impagables de
deuda oficial por capital a los que hacemos referencia – básicamente, el total
de 208.000 MD – no incluyen los intereses de este año (12.200 MD), no tienen en
cuenta los intereses a pagar en el futuro (unos 72.000 MD), la capitalización
de intereses (que venía declinando durante el decenio 2005-2014 pero que ahora
se reactiva parcialmente con 500 MD más dentro del acuerdo con Repsol), las
indexaciones por inflación creciente de la deuda en pesos ajustada por CER y
los cupones ligados al PBI (de los que todavía faltarían pagar unos 15.000 MD).
Siendo además que esta
deuda corresponde sólo a la que se encuentra en cabeza del Estado Central,
faltando considerar aquí la deuda consolidada de Provincias (más de 30.000 MD)
y de Municipios (sin datos), la Deuda Pública Indirecta de Empresas del Estado
(con YPF a la cabeza), Organismos Nacionales y Fondos Fiduciarios (todos sin
datos), la deuda cuasi-fiscal del Banco Central (BCRA) por Lebac/Nobac (más de
21.000 MD) y por otros pasivos (2.000 MD), y la deuda por juicios contra el
Estado con sentencia en firme (también sin datos).
Todo este macro-endeudamiento
K – deliberadamente ocultado a la opinión pública por complicidad entre el
oficialismo, la oposición política y los medios de comunicación - está hoy en
vísperas de sufrir un salto adicional en los pasivos públicos:
a)
Por la nueva deuda que se está negociando para pagar los
juicios de los holdouts en Nueva York y las demandas contra la Argentina ante
el CIADI con títulos públicos, más sus gastos y honorarios.
b)
Por la nueva deuda producto del arreglo con los países del
Club de París (que le reclaman al país más de 9.500 MD).
c)
Por la nueva deuda para pagar el acuerdo con Repsol por las
acciones de YPF: 6.000 MD de capital – 5.000 MD en firme y 1.000 MD por
garantías de cotización – más otros 5.000 MD por concepto de intereses a pagar;
en total, unos 11.000 MD.
d) Por
la renovación de los programas de Asistencia al País del Banco Mundial y del
BID – por unos 3.000 MD cada uno – así como por los préstamos adicionales de la
Corporación Andina de Fomento (CAF).
e) Por
los nuevos préstamos bilaterales para financiamiento de Obras Públicas e
Infra-estructura (principalmente con China).
f) Por
último, por el nuevo endeudamiento externo para cubrir el Déficit Fiscal y la
recomposición de Reservas Internacionales del BCRA.
Este
último punto – después de agotadas las reservas para pagar deuda externa y
después de haber permitido el vaciamiento de divisas más grande de la historia
argentina (90.000 MD en el período 2003-2012) – está dado en función de la Hoja
de Ruta Boudou, que prevé la terminación de los pleitos con los holdouts y el
arreglo con el Club de parís como requisito para el retorno de la Argentina al
mercado internacional de capitales, esto es, para volver a endeudarse.
EN
CONCLUSIÓN:
Conforme lo hemos
desarrollado ya en diversos trabajos anteriores, la actual Crisis de Deuda
viene como arrastre del fracaso del Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005, que la
presidenta – repitiendo el falso eslogan de la administración K – sigue
queriéndolo presentar como “la reestructuración de deuda externa más exitosa de
la historia”.
El gobierno fue tratando
de contener o enmascarar parcialmente algunos de los efectos de este fracaso a
costa del vaciamiento sistemático de los fondos públicos, en dólares y en
pesos, merced a la variante de la Deuda intra-Estado.
La administración
Kirchner, después de haber batido récords de pago de deuda externa a costa de
vaciar las reservas del BCRA y destinar la mayor cantidad de fondos y títulos
de renovación en moneda extranjera, ha llegado hoy a un tope o límite de tal
maniobra y se encuentra ahora embarcado en un camino más fuerte de
re-endeudamiento y toma de nuevas deudas.
La nueva directiva es que
el país deje de financiarse con emisión monetaria y Deuda intra-Estado para
volver a tomar Deuda Externa, en forma directa – colocación de bonos – y/o en
forma indirecta (deuda dolarizada de tipo dollar-linked).
Estas obligaciones – como
las actuales - no tienen capacidad demostrada de repago y sus servicios de
amortizaciones parciales mínimas e intereses se están programando para aguantar
las erogaciones indispensables hasta el año 2015, de modo que puedan ser
traspasadas básicamente a las administraciones futuras.
Después de haber usado
masivamente la Deuda intra-Estado para pagar deuda con terceros – organismos
financieros internacionales y acreedores privados – hasta el punto de haber
empapelado al Sector Público con títulos inservibles; después de haber
desfinanciado así a la ANSES (que administra la plata de los jubilados);
después de haber descapitalizado al BCRA (bajando el stock de las reservas,
encajándole Letras impagables a 10 años de plazo en el Activo para poder pagar
deuda externa y emitiendo deuda creciente por Lebac/Nobac por las que ahora
abona un 30 % anual de intereses); después de haber comprometido por la misma
vía la mitad del Activo del BNA; después de haber manejado discrecionalmente
las disponibilidades circunstanciales de los Entes Oficiales en general; y
después de haber utilizado de esta manera los fondos administrados por el
gobierno como “préstamo-puente” - sin capacidad de devolución - para atender la
deuda pública con terceros, ahora el gobierno Kirchner espera volver
“exitosamente” al Mercado Internacional de Capitales para tomar nueva Deuda.
Llegó el momento en que la
realidad desnuda al relato: es la hora de la verdad en que ya no se puede
seguir vendiendo la mentira del Desendeudamiento.
Es el resultado inexorable
de haber sostenido el mito del Modelo aguantándolo con Deuda Pública hasta
haber agotado los recursos fiscales con el vaciamiento de los fondos básicos
del Estado.
Lic. Héctor L. GIULIANO
Buenos Aires, 3.3.2014