ALCA, deuda, militarización: a 10 años de Mar del Plata

Nota editada en la revista América Latina en Movimiento, A 10 años de la derrota del ALCA,  http://www.alainet.org/es/revistas/509

La victoria contra el ALCA, sellada hace 10 años en Mar del Plata, marcó un hito en la lucha de los pueblos del hemisferio por nuestra soberanía, independencia y derechos. Significó además un punto de inflexión en la estrategia del poder imperialista estadounidense por mantener el control sobre su mal llamado “patio trasero”. Y constituyó un momento de cristalización aunque sea fugaz y frágil, en el ejercicio de un contrapoder desde los gobiernos latinoamericanos y caribeños instalados a partir del rechazo de las políticas neoliberales aplicadas a sangre y fuego y la gran expectativa de otro mundo posible.

Allí en Mar del Plata, durante los tres días de la III Cumbre de los Pueblos de América,  reunimos a más de 12.000 personas provenientes de casi todos los 34 países involucrados en las negociaciones, más Cuba el no invitado.  En representación de pueblos originarios, sindicatos, organizaciones, movimientos y redes de religiosos, campesinos, jóvenes, jubilados, defensores de los derechos humanos, mujeres, deliberamos  sobre infinidad de aspectos del proyecto neocolonial del ALCA y proyectamos alternativas que continúan hoy señalando un horizonte de transformaciones necesarias[i]. La Cumbre culminó de manera memorable, con una multitudinaria marcha arrancada en medio de tensiones y una garúa helada solo superada con el calor del festejo en el Estadio Mundialista, donde el Presidente Chávez mandaba al carajo los planes de EE.UU..

De las cumbres hacia los llanos
Lo más importante de la lucha contra el ALCA, sin embargo, no fue Mar del Plata sino la confluencia de fuerzas sociales y políticas que se movilizó a lo largo y ancho de nuestra América durante los años previos.  Esa fuerza y unidad popular, forjada desde la enorme diversidad de los pueblos desde Alaska hasta Tierra del Fuego, fue el logro de una Campaña verdaderamente continental, respaldada desde espacios como la Alianza Social Continental y los Encuentros Hemisféricos en La Habana, la voluntad de unos pocos gobernantes y la convicción que los pueblos son de verdad quienes transforman el mundo a partir de su proyección sobre las relaciones de poder existentes.

La herramienta privilegiada de esa Campaña fue la realización de una Consulta Popular en toda la región: una herramienta de difusión, sensibilización, formación y pronunciamiento única que se desarrolló en cada país según sus propias modalidades, incluyendo siempre una gráfica y pregunta común acerca del SI o NO al ALCA. Fue una apuesta bien al llano, traduciendo la más que árida letra chica de los textos de negociación que además fueron mantenidos en secreto, a un lenguaje accesible y al escenario de la vida cotidiana para poder develar sus implicancias y galvanizar la resistencia.

La coordinación continental de la Campaña, constituida por las articulaciones nacionales contra el ALCA que se conformaron y un abanico de redes y movimientos regionales, cumplió importantes funciones como sean evaluar el estado de las negociaciones, sistematizar  y socializar informaciones y análisis y organizar acciones regionales. Pero el corazón de la Campaña, lo que construyó la posibilidad de decisiones gubernamentales consecuentes con los derechos de los pueblos, fueron los esfuerzos cotidianos en cada rincón del hemisferio por informar, denunciar y consultar a la población.  Esfuerzos realizados, incluso, sin el apoyo o a veces en contra misma de la voluntad expresada de gobiernos que luego posibilitaron el entierro.

¿Y ahora?
A 10 años de aquello triunfo, está claro que la estrategia de EE.UU. hacia la región ha cambiado y que el acecho permanente hacia los pueblos, los gobiernos que intentan caminos independientes, la soberanía y nuestros bienes comunes va socavando los logros y despuntando nuevos desafíos. Mientras el ALCA buscaba unificar la región bajo el mando de EE.UU. y las reglas diseñadas por favorecer a sus empresas transnacionales, su frustración conllevó al fortalecimiento del divide y reinarás. Aún antes de Mar del Plata, EE.UU. había empezado el impulso a una cantidad de acuerdos del mismo estilo sólo de carácter bilateral o subregional. Hoy por hoy, con las nuevas negociaciones como por ejemplo el TPP y TISA, se proyecta el mismo interés en sujetar a todos, pero avanzando de a poco, con los gobiernos más afines (o dependientes…), para finalmente dejar sin aire al conjunto.

Asimismo queda patente lo que denunciamos entonces al plantear que el ALCA no venía solo. Desde la red de Jubileo Sur/Américas, por ejemplo, planteamos la necesidad de converger desde el NO al ALCA con las luchas contra el pago de deudas ilegítimas e injustas y contra la militarización y la criminalización de la protesta. En Argentina como en otros países, nuestra Consulta Popular que movilizó a dos millones de votantes, preguntó acerca del ALCA, el pagar deuda sin una auditoría previa, la instalación de bases militares extranjeras.

En ese mismo sentido, en la Conferencia Internacional sobre Deuda, Bienes Comunes y Dominación realizada en junio en Buenos Aires, manifestamos que “los problemas del endeudamiento público, el saqueo de los bienes comunes, la dependencia y la dominación imperialista, que definen el actual modelo productivo y de desarrollo, son ejes comunes y centrales del empobrecimiento, de la desigualdad y del saqueo en toda América Latina y el Caribe.”[ii] Por lo que resolvimos impulsar en toda la región una nueva Campaña Popular e Integral, buscando articular y unificar las luchas contra diversas facetas de este modelo incluyendo el extractivismo de toda índole, la usurpación de los territorios, la cesión de soberanía y la represión popular. Subrayamos además el vergonzoso apoyo a los designios de EE.UU. constituido por la participación de tropas latinoamericanas en la ocupación de Haití y la necesidad de priorizar su retiro como parte de un nuevo esfuerzo hemisférico en defensa propia.

A 10 años del entierro del ALCA, reafirmamos que es la movilización popular, su fortalecimiento y coordinación construyendo fuerza más allá de las fronteras y particularidades, lo que puede posibilitar nuevos logros. Como dijimos en Mar del Plata, es tiempo de “redoblar nuestra resistencia, fortalecer nuestra unidad en la diversidad y convocar a una nueva y más grande movilización continental para enterrar el ALCA para siempre y construir al mismo tiempo bajo su impulso, nuestra alternativa de una América justa, libre y solidaria.”[iii]

-Beverly Keene
Diálogo 2000-Jubileo Sur Argentina
5/11/15





[i] Ver al respecto, la Memoria de la III Cumbre de los Pueblos de América, http://www.enlazandoalternativas.org/IMG/pdf/MEMORIA_CUMBRE_DE_LOS_PUEBLOS.pdf
[ii] Ver la Declaración Final de la 1ra Conferencia Internacional sobre Deuda, Bienes Comunes y Dominación_ Resistencias y Alternativas hacia el Buen Vivir, 5 de junio de 2015, https://asambleadeudaybienescomunes.wordpress.com/2015/06/15/declaracion-final-de-la-i-conferencia-internacional-sobre-deuda-bienes-comunes-y-dominacion/
[iii] Declaración final de la III Cumbre de los Pueblos de América, Mar del Plata, 3.11.2005, http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/osal/20110323111314/37IIICPA.pdf