"La Deuda es exterminio” denuncian pueblos originarios en el 6to Foro del Juicio Popular a la Deuda y al FMI

Terminando agosto, mes de la Pachamama, se desarrolló el 6to Foro de Denuncias #LunesContraLaDeuda, enfocando la situación y las luchas de los pueblos originarios.

Tomaron la palabra voceros, guías espirituales, integrantes de los Pueblo-Naciones Mapuche, Diaguita, Kolla y Warpe, junto a referentes de espacios plurinacionales que incluyen a muchos de los 40 pueblos originarios pre-existentes a la Argentina. Sara Mamani, artista y compositora salteña, acompañó con su canto “Dones de la tierra”. 



Hicieron hincapié en sus luchas por la autonomía y la libre determinación, por elrespeto a su cosmovisión y el resguardo de sus territorios y bienes naturales, por la consulta previa, libre e informada y
 el bien vivir de todos los pueblos. Denunciaron cómo todos esos derechos fundamentales son obstaculizados o directamente impedidos, histórica y actualmente, por las políticas de endeudamiento y sometimiento del Estado-nación a los intereses e instituciones relacionados.

 

Jorge Nahuel, werken, o vocero, de la Confederación Mapuche de Neuquén, arrancó en ese respeto, señalando que “la deuda externa atenta absolutamente en contra el derecho a la libre determinación del Pueblo Mapuche y en contra el derecho al autogobierno de los

territorios.” No se trata del reconocimiento de derechos, aclaró, sino de derechos incumplidos, “obligaciones que el Estado tiene que no se decide a poner en ejercicio, fundamentalmente en el marco de Estados sometidos, Estados de alguna manera humillados ante organismos internacionales y que no terminan nunca de ejercer plena soberanía. No podemos estar planteando un marco de libre determinación en un Estado subordinado.” 


“Dentro de los condicionamientos que los Estados han aceptado de manera humillante – continuó Nahuel-  está incluso el de ofrecer los territorios y los mal llamados recursos naturales como garantía. Fíjense el grado de impunidad que se le abre a todos estos grupos económicos si además de que inventan y crean una deuda fraudulenta, ponen como condicionamiento o tienen a su disposición los territorios, los bienes comunes, para para poder resolver esta deuda injusta.” 

 

La guía espiritual Amta Paz Argentina Quiroga, de la comunidad del territorio del Cuyum del pueblo warpe y el Parlamento Plurinacional de los Pueblos, fue igualmente tajante al resumir la historia y las consecuencias del endeudamiento: “La deuda es exterminio, decimos nosotros. Es un arma de exterminio del sistema capitalista sobre los países, los 

territorios y los pueblos. Se ha agudizado en este último tiempo, con estas políticas del neoliberalismo y del neocolonialismo. Se ha profundizado en lo económico, en lo político, en lo cultural y también en lo espiritual.” 



¿Quiénes son los deudores?


Casi al unísono, les integrantes de diversos pueblos plantearon con fuerza que ningún pueblo originario de la Argentina tendría porque asumir el pago de una deuda pública por la cual no solo nunca fue consultado, sino que encima, más bien se les ha perjudicado y bastante. “¿Por qué se nos asignan una deuda, cuando históricamente nuestros territorios han sido saqueados?” preguntó Quilla Sumaj Quinteros, de la comunidad Diaguita de Amaicha del Valley militante de Marabunta y del FOL



Sergio Nahuelquir, de la comunidad mapuche-tehuelche Lof Fem Mapu, en Puerto Santa Cruz, amplió la reflexión afirmando que, “acá no se trata de que yo no quiero pagar. Hay algo que nosotros no hicimos: contraer una deuda. Ahora, nosotros no hemos contraído esta deuda, tampoco la queremos pagar. Porque no fue en beneficio de los pueblos originarios, fue en beneficio de las garcas, los viejos terratenientes que ya conocemos, la oligarquía argentina.”


“Como pueblos originarios, no somos parte de esta deuda,” enfatizó Enrique Mamani, del pueblo Kollay la Organización de Comunidades de Pueblos Originarios, ORCOPO.  “El Estado argentino, con su proyecto de país eurocéntrico, fundado en la expropiación de los territorios, la masacre de los pueblos originarios, apenas se independizó empezó a generar una deuda externa y sigue estando con esa deuda. Pero no es nuestra.” 


Amta Quiroga también denunció que “no nos consultaron como pueblo indígena, tampoco nos consultaron como pueblo argentino; violaron las normas jurídicas existentes; violaron las normas de los parlamentos que tenemos como instituciones de esa República tan defendida en la palabra. Como decía el hermano que me antecedió, ¿dónde está la soberanía de gobiernos sometidos a los mandatos del imperio?” 

 


La deuda es con los pueblos y los territorios


De hecho, destacaron todes que, en realidad, desde tiempos de la conquista la deuda es con los pueblos originarios, los territorios y el equilibrio cósmico del cual forman parte y cuyo resguardo, para el disfrute de todas las generaciones venideras, se constituye en punto central de su identidad y cosmovisión. 

 

“Europa se llevó tanta plata que se podría hacer un puente de América a Europa con todo lo que se llevó,” puntualizó Mamani. “Nos deben tanto a los pueblos originarios de Abya Yala que no les alcanzaría la vida a Europa, los Estados eurocéntricos, los capitales privados, para devolverlo. Cuando nos devuelvan todo, cuando se restituya el equilibrio, si les gusta veamos sí hay alguna deuda de nuestra parte. Por ahora no.”

 

Ante la atenta escucha y numerosas preguntas de integrantes del tribunal y la fiscalía del Juicio Popular, en este Foro representados por Nora Cortiñas, Adolfo Pérez Esquivel, Nina Brugo, Miguel Julio Rodríguez Villafañe, Liliana Costante y Carlos Zerrizuela, les diverses referentes describieron las consecuencias de esa deuda impaga, vinculándolas a ese proyecto de país que siguió, sin grandes variaciones, hasta tiempos de la última dictadura y el día de hoy, bajo los diversos gobiernos de turno y acumulando deudas, históricas, sociales, ecológicas, financieras, cada vez peor.

 

“El impacto de la deuda sobre nuestros territorios es nefasto,” subrayó Amta Quiroga. “El impacto de la deuda sobre nuestros pueblos es crisis productiva, desalojos, desarticulación de las familias, compromisos insostenibles, aparatos productivos desvastados y la entrega de los territorios y de todo lo que ellos llaman recursos naturales que para nosotros, son los territorios de la vida.” 

 

“En nuestro territorio warpe, nosotros hemos sufrido este impacto, con que se nos han apropiado no sólo del agua, que se han apropiado no sólo de los lingotes de oro - me refiero a la empresa Barrick-, se han apropiado hasta de los glaciares. No nos dejaron nada. ¿Dónde está el agua?,” preguntó Quiroga. “En los diques que se han construido para la producción de estas mineras, no sólo la Barrick, la Minera Argentina y otras más que se han instalado en la zona de Jáchal y en la zona de Calingasta, todas vinculadas entre sí y todas vinculadas a los gobiernos nacionales y provinciales porque nosotros somos feudos y esta deuda se viene acumulando a través de estos socios.”


“Pagar la deuda y no tener camas en el hospital es una condena a quienes migramos y a quienes vivimos aquí. Pagar la deuda implica no poder acceder a la educación,” denunció Quinteros, reflexionando sobre todo en la situación de les jóvenes y en las mujeres, trans, travas y lesbianas, en las comunidades. “Sabemos que los órganos financieros multilaterales, tanto el Banco Mundial como el BID, el FMI, tienen mucha incidencia en los territorios de las comunidades indígenas. No solamente en términos de diseño de políticas sino también en la formación de los discursos de aquellas personas que las terminan aplicando,” precisó. “Los proyectos no responden a las realidades de nuestras comunidades. Tienen mucho de disciplinamiento, de control sobre los territorios y las comunidades. Tienen todo un discurso, también, de que la pobreza está en nuestras comunidades. Muchos de ellos además generan conflictos hacia adentro de las comunidades.” 

 

Responsabilidades y alternativas


Frente a estos impactos que conllevan la deuda y las instituciones financieras internacionales, las voces originarias apuntaron a las responsabilidades tanto de los Estados nacionales y provinciales como de esos organismos, de privados como los terratenientes, la oligarquía, las grandes empresas multinacionales, e instaron a la necesidad, la urgencia y la realidad de alternativas.


“Denunciamos los términos sumamente racistas de la deuda, los discursos de los buenos vecinos que pagamos deuda, o del “pago soberano” de la deuda, como si fuese una reacción nacionalista el pago de la deuda cuando sabemos que los mismos acreedores se encuentran aquí, en nuestros territorios,” resaltó Quinteros. “Está Roca, está Blaquier…, y son los responsables justamente de la cantidad de muertes que sigue habiendo hoy en día, por ejemplo, en el ingenio Ledesma.”

 

“Una deuda externa que no contrajimos, pero que nos hacen pagar a nosotros, nos invita a pensar mucho en las futuras generaciones, en qué nos vamos a basar para dejarles un territorio, un territorio limpio, el agua potable que se pueda tomar,” reflexionó Nahuelquir. “Por eso, como pueblo originario decimos que no a esta deuda. No, a costa del extractivismo que nos va a traer todas las enfermedades y nos va a dejar un territorio que no vamos a poder vivir. No, a costa de las aguas, de las represas y de toda la energía que se inventan y después nos quieren hacer tragar de que nosotros vamos a tener un beneficio de eso. ¿Dónde está la manera en que nosotros, alguna vez los pueblos originarios, vamos a ser protagonistas de nuestros propios instrumentos de autonomía, de autogestión?” 

 

“La deuda externa es un tremendo escollo que hay que superar si es que nosotros, como pueblo, queremos poder controlar los mal llamados recursos naturales de nuestro territorio,” subrayó Nahuel en ese mismo sentido. “No es un planteo economicista, sino que, en la suerte de esos bienes comunes, desde el elemento vivo que es la tierra, la mapu o el wallmapu para los mapuches, está la posibilidad de desarrollar nuestra cosmovisión, nuestra institucionalidad, todo lo que de alguna manera nos da identidad.” 

 

“Nosotros exigimos -puntualizó Amta Quiroga-, en nombre de los 40 pueblos existentes en Argentina, muchos de ellos integrantes del Parlamento plurinacional, no pagar, suspender el pago tanto a los bonistas como a los bancos. Exigimos investigar de dónde y adónde fue los dineros de esa deuda. Nos hemos quedado asombrados de que se reconozca esta deuda y que se empiece a pagar y que se la lleve para adelante para seguir pagando. No se investigó y se piensa pagar. Exigimos enjuiciar a los funcionarios de estos últimos cuatro años del gobierno de Macri que adquirió esa deuda tan impresionante que queda para pagarla hasta no sé cuántas generaciones… Exigimos que se enjuicie a estos traidores de la patria.”

 

El Foro concluyó con la denuncia de Zulema Aguirre, integrante del espacio feminista plurinacional Las WaKoldas, en Villa La Angostura, y militante del Frente Popular Darío Santillán-Corriente Plurinacional en el Movimiento de los Pueblos. Recogió muchas de las reflexiones compartidas a lo largo del Foro así como en la práctica diaria, saludando la iniciativa misma de este Juicio Popular a la Deuda y al FMI, “porque tiene que ver con la autonomía: una autonomía que ancestralmente se ejercía y se ejerce los pueblos originarios, y que forma parte de lo que muchas y muchos de nosotros, de las organizaciones sociales, proponemos: la autonomía de la vida, la autonomía de las organizaciones, la autonomía en todos los sentidos.” 

 

Tiene que ver, además, con la necesidad de encontrarnos para poder hacer una lucha integral, planteó, una lucha de descolonización. “Ahí es donde pensamos fuertemente cómo estas deudas impactan fuertemente en nosotres, no solamente en lo concreto, en lo tangible, sino que también en lo cultural. ¿Cómo hacemos para hacer esa reparación que tenemos que hacer como pueblo? Consideramos que pasa por la recuperación de esas identidades, como venimos escuchando a muchos hermanos y hermanas de los distintos pueblos, el reconocimiento que no estamos solos, que tenemos nuestros ancestros, los árboles con los que contamos, que son nuestra energía, nuestra fuerza. El día que podamos recuperar eso es el día que vamos a empezar a sentir la libertad y a construir esa libertad que pronto nos merecemos.”

 

“Nosotros entendemos –cerró Aguirre- que los pueblos en resistencia justamente nos han mostrado que hay una propuesta distinta al capitalismo. Ellos han resistido históricamente en sus territorios y pudieron y están recuperando todos esos saberes que necesitamos para poder construir esas naciones, esos mundos como dirían los zapatistas donde quepan muchos mundos. No solamente tienen resistencia, tienen propuestas y con esas propuestas tenemos que poder encontrarnos. Hoy tenemos el diagnóstico de que estamos en el mundo en una crisis civilizatoria. Entonces tenemos que poder pensar en otro tipo de civilización y en los pueblos originarios está la propuesta, tenemos que poder entender y tenemos que poder caminar juntos y juntas como para poder encontrarnos, poder pensar definitivamente en un nuevo ‘nosotros’.”


AUTOCONVOCATORIA POR LA SUSPENSIÓN DEL PAGO 

E INVESTIGACIÓN DE LA DEUDA