Que la inocencia nos valga…

No es broma. La deuda mata. Son millones las y los inocentes que mueren o sufren graves violaciones a sus derechos humanos a raíz del hambre, la miseria, la precarización, la ocupación territorial, la contaminación y la represión planificadas por causa del sistema de deuda perpetua. 

En nuestra Argentina 2020, es imposible separar al 62% de las y los niñes que crecen en la pobreza, o a la mayoría de las personas jubiladas que reciben pensiones de miseria, de la política permanente que privilegia la sostenibilidad de la deuda por sobre la sostenibilidad de la vida. Tampoco al ataque cada día más violento que ejecuta el extractivismo contra la fuente de toda vida - el agua – y toda posibilidad de un desarrollo respetuoso de la naturaleza, la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, siempre con el afán de conseguir divisas para pagar deudas nunca consultadas al pueblo que jamás se benefició de ellas, pero a cuyo pago se le somete. 


El Fallo reciente del Juicio Popular a la Deuda y al FMI, constata ese obrar criminal de un verdadero sistema de genocidio y ecocidio por goteo. Declara como principio básico que “no pueden aceptarse de ninguna manera acuerdos económicos, como las deudas públicas y acuerdos con el FMI, que impliquen derivaciones en perjuicios de lesa humanidad y de lesa naturaleza para nuestro pueblo y nuestro ecosistema como país y planeta.”


En consecuencia, las y los jueces populares Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas, Nina Brugo Marcó, Alejandro Bercovich y Miguel Julio Rodríguez Villafañe, afirman la nulidad absoluta de esas mismas deudas y acuerdos, cuyo carácter ilegítimo, ilegal y odioso ha sido ampliamente establecido, y “el derecho del pueblo y de la Nación a rechazar su pago, más aún en situaciones de extrema necesidad como las que actualmente se viven en el contexto de la pandemia.” Y plantean que “deberá establecer la calidad de delito de lesa humanidad económicos a dichas actividades…, sancionar a los responsables y asegurar su debida reparación.” 


El Fallo fortalece y abre nuevos caminos de lucha frente al sistema de la deuda, con sólidos fundamentos en la normativa y doctrina argentina, regional e internacional. Al decir de les perites Miguel Ángel Espeche Gil y Graciela H. González, “la Argentina, en situación económica desesperante, en estado paupérrimo su población y prácticamente aniquilados sus sueños, podría reverdecer si se reconociera que ha sido víctima (como tantas otras naciones emergentes) de una despiadada defraudación, perpetrada por los agentes de las finanzas internacionales y los traidores que sin ningún escrúpulo se ocuparon de perpetrar tales ilícitos.” 


Exhorta a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, por ejemplo, ordenar a las y los magistrados resolver a la brevedad las causas de deuda pendientes – incluyendo las denuncias contra el Acuerdo de Macri con el FMI que ahora esperan sentencia de la misma Corte - , teniendo presentes los argumentos jurídicos desarrollados en el Fallo. Estos cambian las perspectivas de algunos planteos defensivos “porque los actos nulos de nulidad absoluta no se pueden convalidar y menos tenerlos como protegidos por garantías que no tienen su razón de ser y existir para ellos.” Afirma también que existen acciones que cabe sean revocadas, teniendo en cuenta la doctrina sentada por el juez Miguel Rodríguez Villafañe y confirmada por el tribunal máximo, “atento no pueden ampararse en garantías, como la prescripción, o la supuesta convalidación posterior o la cosa juzgada, entre otras, por ser hechos…de lesa humanidad económica.” 


El Fallo del Juicio Popular plantea, asimismo, la posibilidad de “iniciar acciones revocatorias de acuerdos económicos por ‘írritos’ de lesa economía, que trajeron o pueden traer graves efectos de lesa humanidad y lesa naturaleza, por goteo.” Y en el mismo sentido, peticiona al Congreso y al Poder Ejecutivo Nacional que tomen las medidas necesarias para que se realice una auditoría integral, con participación ciudadana, de los reclamos de deuda y que ordenen la suspensión de todo pago hasta tanto no sea establecida su legalidad y legitimidad. 


Las y los jueces populares además resuelven numerosas acciones para poner fin al secretismo y la impunidad que rodean el sistema de la deuda, incluyendo el dar a conocer la nómina de los tenedores de deuda pública y de aquellas personas o grupos que fugaron fondos al exterior y de quienes tienen dineros en paraísos fiscales, para garantizar la restitución de esos recursos y la sanción de los delitos cometidos. Y plantean la necesidad de rever la participación de la Argentina en organismos como el FMI, en la medida que obren con total impunidad y prioricen los intereses del gran capital por sobre los derechos del pueblo y la naturaleza. 


Este Juicio Popular a la Deuda y al FMI fue impulsado desde la Autoconvocatoria por la Suspensión del pago e Investigación de la Deuda, como una respuesta de acción social colectiva ante el grave empeoramiento de las condiciones de vida de la mayoría popular argentina y del ambiente natural. Pandemia mediante, se desarrolló desde julio en una serie de Foros virtuales semanales -los #LunesContraLaDeuda-, a través de los cuales se recibieron las denuncias, peticiones y testimonios de un centenar de organizaciones y referentes sociales y populares que vincularon sus realidades, las violaciones de sus derechos humanos, al sistema de deuda perpetua y sus diversos responsables. 


Llegó a sentencia el pasado 14 de diciembre y fue proclamada el día 15, en actos populares frente al Congreso y en varias ciudades del país. Mientras tanto, el equipo negociador del gobierno cumplía una apretada agenda en Washington en búsqueda de un nuevo acuerdo con el FMI y el Congreso argentino se preparaba para aprobar todavía otra ley para sostener el pago de una deuda cuya fraudulencia y consecuencias se rehúsa auditar. La contundencia del Fallo deja en offside a ambos, y ofrece fundamentos de sobra para intensificar la campaña para que dejemos de pagar lo que no debemos y que nos está matando. 


Según la tradición cristiana, el rey Herodes ordenó una gran matanza en su afán de neutralizar el impacto del nacimiento del supuesto “mesías”, Jesús. Es esa masacre lo que se recuerda en el “Día de los Inocentes” - por algún motivo que desconocemos - a través de bromas y trucos "inocentes". Hace 15 años y ante el anunciado pago anticipado de Argentina al FMI, fue un 28 de diciembre cuando Diálogo 2000 y otras organizaciones sociales, pedimos un Amparo ante la Corte Suprema de Justicia para evitar la consumación de ese nuevo sacrificio frente al altar de la deuda. 


Hoy, con el Fallo y todo lo actuado en este Juicio Popular a la Deuda y al FMI en la mano, instamos a seguir sumando fuerzas y esperanzas en una campaña popular cada vez más fuerte. Hacemos nuestras las llamadas del Fallo a difundir, estudiar y reflexionar sobre las actuaciones del Juicio y a impulsar la creación de una Alianza de pueblos y países acreedores, a raíz de los sufrimientos padecidos y pagos indebidos. Porque sabemos que la deuda verdadera es con los Pueblos y la Naturaleza, y que uniendo y movilizándonos es la única manera de poner fin al sistema de deuda que sigue masacrando a inocentes. 


-Beverly Keene, Diálogo 2000-Jubileo Sur Argentina 

Buenos Aires, 28 de diciembre de 2020 


i Toda las citas son del Fallo del Juicio Popular a la Deuda y al FMI, cuyo texto completo está disponible aquí: https://autoconvocatoriadeuda.blogspot.com/2020/12/fallo-del-tribunal-del-juicio-popular.html