9 de julio: Nos movilizamos contra el FMI y la deuda

Guzmán se fue: Ahora que se vaya el FMI

Anulación del acuerdo con el Fondo

 

La Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda llama a movilizar masivamente este 9 de julio, a Plaza de Mayo y en todo el país. El protagonismo popular en las calles es el camino principal para derrotar a la inflación, el ajuste, el saqueo y la entrega y cambiar el plan económico, algo que el gobierno del FdT no quiere hacer.Para dar respuesta a las urgentes demandas populares hay que suspenderel pago de la estafa de la deuda, anular los acuerdos con el FMI y echarlodel país. 

La crisis económica y social desembocó en una nueva crisis política: la renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía se produce en el marco de la demanda del FMI por mayores ajustes y una devaluación y ante las dificultades del país para cumplir con sus exigencias. La corrida cambiaria, las presiones para una mayor devaluación, las dificultades para segmentar y aumentar las tarifas energéticas enmarcan su salida y continuarán condicionando a la nueva Ministra, Silvina Batakis, junto a la tensión generada como resultado de los múltiples fracasos del plan económico de cara a las necesidades populares: una inflación imparable (en un contexto inflacionario internacional, es la que más crece en el mundo), mayor pobreza y necesidades sociales, mayor extractivismo y entrega. 

Esa inflación es parte constitutiva del propio acuerdo con el FMI: tiene como objetivo disminuir el gasto estatal en términos reales, suprimir el consumo local, aumentar las exportaciones y la disponibilidad de divisas para continuar pagando la estafa de la deuda. Bajo su Ministerio, Guzmán, en línea con la concepción ortodoxa del poder económico dominante, no aplicó ninguna medida de urgencia para contener la inflación, sin ajustar los ingresos de las mayorías populares: no aumentó las retenciones, no aplicó la Ley de Abastecimiento, ni consiguió mínimas medidas paliativas en el acuerdo con el FMI. Está claro que la inflación es funcional a los intereses del FMI (y de los especuladores y usureros que se presentan como “acreedores”) que quieren asegurarse su pago, pero al mismo tiempo destruye los ingresos populares (salarios, jubilaciones, programas sociales), atacando a la inmensa mayoría de nuestro pueblo. 

La convalidación por parte del actual Gobierno, de la deuda ilegítima y odiosa contraída, sobre todo, por el Gobierno de Macri, está también en el centro de la angustiante situación económica y política actual. Si no se anulan los acuerdos con el FMI, tanto la estafa armada por Macri en 2018 como el reciente acuerdo del Gobierno de Fernández para pagarla -pese a su propia denuncia judicial de su carácter fraudulento-, el FMI seguirá exigiendo mayores ajustes en la economía nacional en cada nueva “revisión trimestral”: mayores tarifas, mayor devaluación, incremento de las tasas de interés. Estas medidas ortodoxas irán de la mano de otras exigencias de políticas contra los sectores populares: aumento de la edad jubilatoria, fin de la moratoria previsional, recortes en políticas sociales, y otros condicionamientos directos sobre la política del estado (licitaciones, reforma impositiva, etc.).

Las disputas políticas al interior del Frente de Todos expresan la impotencia de los distintos sectores en la coalición gobernante frente a la crisis. No es la causa, sino la consecuencia de esta crisis. Para cambiar en serio la situación, es imprescindible una ruptura con el FMI. Las medidas paliativas (cobro de impuestos por la “renta inesperada” o a los capitales fugados) no atacan las raíces de la inflación y de la pobreza crecientes, y para tener éxito deben ir acompañadas de una mayor intervención estatal sobre las principales empresas del país.

Con esa convicción, desde la Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deudavenimos planteando que sólo esas medidas básicas (la suspensión del pago hasta tanto una investigación integral establezca si la deuda es o no legítima y legal) pueden sentar las bases para un plan económico que ponga en el centro los intereses y necesidades de las mayorías, en vez de velar por los intereses del capital financiero, el FMI y los grandes exportadores. 

El poder real exige sostener el acuerdo con el Fondo, para que el Gobierno continúe con el ajuste y desmoralice a nuestra población. Prevalece en el Gobierno la decisión de avanzar en ese sentido y la designación de Batakis carga con los antecedentes nefastos en el Ministerio de Economía de la provincia de Buenos Aires durante el Gobierno de Scioli por su intento de pago del aguinaldo en cuatro “cuotas”, así como también con su decidida promoción, desde el Ministerio del Interior, del extractivismo megaminero e hidrocarburífero. Así, los condicionamientos crecientes continuarán acechando la política local y atacando a las mayorías populares. 

Para conseguir medidas a favor del pueblo, hay que avanzar en la anulación del acuerdo con el FMI como primera condición para un plan económico distinto: que le cobre de verdad impuestos y retenciones a las grandes exportadoras, que limite la especulación financiera y de los grandes “formadores de precios”, que ponga fin al modelo extractivista depredador y contaminante, que revierta la crisis haciendo que la pagan los que siempre ganan a costillas de las mayorías. 

La inmovilidad de las direcciones oficialistas en la mayoría de los sindicatos y movimientos sociales ha permitido la continuidad de este ajuste constante. Han abandonado la calle para priorizar las gestiones al interior del Gobierno, en medio de un enorme sufrimiento popular. Millones de trabajadoras y trabajadores, incluso con empleos formales, tienen salarios inferiores a la “canasta de la pobreza”. Las luchas recientes en distintos países de nuestro continente contra los planes de ajuste, como en Ecuador, Colombia, Chile, marcan el camino para frenar al poder real. La renuncia en nuestro país de estas direcciones gremiales y sociales a la lucha unitaria y masiva contra el FMI y sus políticas choca con la tradición de organización y lucha de nuestro pueblo. 

Con ese espíritu, nos hemos movilizado a Plaza de Mayo y al Congreso contra el acuerdo con el FMI numerosas veces en los últimos meses, enfrentando la represión policial y la persecución judicial de los distintos gobiernos. Por esa lucha, estuvieron presos durante varios meses los compañeros Julián Lazarte, Jaru Rodriguez Carrero y Oscar Santillán, quienes aún hoy siguen procesados.

Desde esa perspectiva, como Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda entendemos que el protagonismo popular en las calles es el camino principal para derrotar al ajuste y anular el acuerdo con el FMI como paso necesario hacia un programa en favor de las mayorías. Con esa orientación convocamos junto con muchas otras organizaciones a un acto masivo en la Plaza de Mayo, y en todo el país, este 9 de Julio. Frente a la oposición de derecha que sólo ofrece más ajuste y a un Gobierno propenso a ayudar a los poderosos, es imprescindible la más amplia unidad en la acción que plantee en las calles otro programa, y brinde una esperanza de salida para la clase trabajadora y los sectores populares en nuestro país. 

El 9 de Julio ganemos las calles en todo el país contra el FMI

  • Basta de ajuste, saqueo, extractivismo y dependencia
  • Anulación del acuerdo con el Fondo. La deuda es con los pueblos y la naturaleza, no con el FMI ni con los usureros
  • Que los recursos vayan a resolver las necesidades populares: salarios, jubilaciones, salud, educación, trabajo, tierra y vivienda
  • Actualización inmediata de salarios, jubilaciones y programas, que supere la inflación
  • Solidaridad con los pueblos de nuestro continente en lucha contra los planes del FMI
  • Contra la criminalización de las luchas contra el ajuste

 

AUTOCONVOCATORIA POR LA SUSPENSIÓN DEL PAGO E INVESTIGACIÓN DE LA DEUDA 

-6/7/2022